Lo primero que tenemos que preparar será la carne guisada, esta la tendremos que tener preparada con antelación, o bien podemos hacerla, esta carne pretendemos que quede bien jugosa, ese va a ser el punto clave para el éxito de nuestro plato
Esta carne guisada la echaremos en un plato donde tendremos que ir desmenuzándola, con la ayuda de un tenedor mismo, e iremos removiendo.
Ahora el próximo paso será pelar las patatas y ahuecarlas, es importante no tirar lo que recortamos de las patatas, ya que lo usaremos en nuestro guiso.
El paso siguiente será ir rellenando las patatas con nuestra carne guisada, para esto usaremos una cuchara pequeñita, con la que nos será mucho más fácil trabajar.
A la hora de acabar de rellenar cada patata, por la abertura tendremos que poner la tapa que hemos quitado con la cuchara.
Ahora lo que haremos será enharinar las patatas y pasarlas por el huevo batido, también iremos pasando los sobrantes que hemos sacado de las patatas, y las freiremos en abundante aceite.
En una sartén pondremos aceite (sirve la anterior olla), con cebolla bien picadita, la que dejaremos pochando.
En un mortero deberemos machacar los ajos, además añadiremos el perejil y la sal, mezclaremos todo bien y añadiremos medio litro de vino blanco
Ahora añadiremos a la cebolla ya frita las patatas, 1 cucharada de pan rallado, además añadiremos lo del mortero.
Le echaremos un poco de agua, una hoja de laurel, la pimienta y un trozo de pimiento, todo esto lo dejaremos hervir durante unos 25 minutos, con la tapa puesta
Con esto ya tendríamos nuestras patatas rellenas, para comprobar si están cocidas bastará con pinchar una patata.